A pesar de la experiencia que se tuvo el año anterior con la aplicación del DECRETO 1290 SOBRE EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE Y PROMOCIÓN DE LOS ESTUDIANTES DE LOS NIVELES DE EDUCACIÓN BÁSICA Y MEDIA, en donde la GLORIOSA INSTITUCIÓN EDUCATIVA ANTONIO NARIÑO, presentó un porcentaje siempre numeroso de estudiantes reprobados, no se entiende el por qué los estudiantes aún no toman conciencia en la dedicación permanente en el desarrollo de las actividades académicas, desde el comienzo hasta el final de cada periodo. Se cree que presentando cualquier trabajo o tarea académica al final de cada periodo, es la exigencia mínima y necesaria para aprobar determinada área. Afirmación equivoca y errónea que se tiene en la mayoría del pensamiento de los estudiantes. Es hora de poner los pies sobre el piso y analizar con la suficiente madurez y responsabilidad la obligación de rendir académicamente para ser promovido al año siguiente con honores y con la frente muy en alto, sin esperar que los PROFES muestren compasión. ¡ÁNIMO! se quieren estudiantes COMPETENTES. Nosotro PODEMOS!!!
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